Voz de Mujer 2010

Les quería contar que estuve en el foro Voz de Mujer 2010 el viernes 25 de septiembre, en el Sheraton de Santiago. Me interesaba oir los planteamientos de los candidatos con relación a la vida de las mujeres; y tengo algunas reflexiones que compartir con ustedes.
Primero las positivas. Creo que los candidatos hacen bien en seguir las propuestas de Comunidad Mujer en el ámbito de las reformas laborales. Todos se pliegan al post natal de seis meses, aunque con matices; y a mecanismos que permitan mayor flexibilidad en la jornada laboral, sin autorizaciones especiales de la Dirección del Trabajo. Son buenas noticias para las madres que quieren conciliar trabajo y familia. No veo estas medidas como técnicas destinadas a aumentar la participación femenina en la fuerza de trabajo remunerada, aunque no ignoro que este es un objetivo de Comunidad Mujer y de casi todas las candidaturas y que indirectamente ellas también contribuyen a este objetivo. De esto quiero transmitirles algunos pensamientos.
La verdad es que no entiendo por qué Comunidad Mujer y algunos candidatos se proponen incrementar a la fuerza la participación de las mujeres en el trabajo remunerado fuera del hogar, mediantes estas medidas y otras, como la "Ley de cuotas". Las mujeres reales participan en la fuerza de trabajo por vocación o por necesidad; pero agradecerían mucho que les valoren el tiempo que dedican al hogar y a la crianza y educación de los hijos, algo de lo que muchas de ellas ni pueden ni quieren desvincularse. Algo que todas saben que constituye la columna vertebral del hogar y, en gran medida, su felicidad y la subsistencia de su familia. De hecho, como les he comentado en este mismo espacio, en la crianza de los hijos hay momentos en que la madre no puede ser sustituida por nadie. Me encantaría oir a algún candidato que ofrezca subsidios para las madres que cuidan a sus hijos, en los años más frágiles, cuando éstos más las necesitan; y el trabajo del padre -cuando lo tiene- no es suficiente para las necesidades de la familia. Pero de esto no se habló en el foro, ni por Comunidad Mujer ni por ningún candidato. Nadie valora la presencia abnegada, oculta, pero eficaz, de la madre en el hogar.
En cambio sí que se habló en términos de "género", de "agenda" de "equidad de género", de "mujeres en el poder", de "libertades sexuales", de "derechos reproductivos", etcétera; un tipo de discurso muy propio de la ideología feminista. No me gusta este lenguaje porque el feminismo militante es contrario al matrimonio, a la maternidad y a la familia, el centro neuralgico de la vida de millones de mujeres reales en todo el mundo. La participación de las mujeres en todos los sectores de la vida profesional, cultural y social, incluye su presencia esencial en la familia. De familia, efectivamente, se habló poco. ¿Acaso esto no dice mucho?

¿Dónde estás mamá?

Acabo de leer la entrevista que hace PuntoMujer de El Mercurio (10 de septiembre de 2009) a Marta Montaldo, autora del libro "¿Dónde estás mamá?", Editorial Catalonia, Santiago, 2009 (Feria Chilena del Libro, $8.500). La autora, educadora de párvulos con más de 30 años de experiencia, ofrece sus reflexiones y levanta la voz sobre cómo están nuestros niños mientras nosotras trabajamos. La autora se ha convencido de que el mejor trabajo de una mamá es estar con sus niños, especialmente en los primeros años; es decir, justo cuando somos jóvenes y queremos prosperar en nuestras profesiones. Montaldo nos recuerda que la profesión más importante de una mujer es ser mamá; y que en esto nadie la puede reemplazar: ni el marido (salvo que tenga muy desarrollado su lado femenino), ni la nana, ni las baby sitters. No se trata sólo de "estar" en la casa, enfrascadas en el computador; sino de dedicarse a los niños. El libro nos puede ayudar a darnos cuenta que el triunfo más grande de una mujer es la felicidad de sus hijos; algo que exige dedicación, desvelos, cuidados y cariño desde la cuna. Algo que también los maridos deben comprender. Conste que nuestra idea de mujer es la de una madre contemporánea, profesional; pero no la de una madre "trabajólica", sino dedicada a sus niños cuando éstos la necesitan. Admitamos que esto nos exige renunciar por algunos años a la "competencia" con los hombres; que nos produce una desventaja profesional.
Admitamos que también esto nos exige como sociedad. El Estado debe ayudar a las que se ven obligadas a salir de la casa para ganarse la vida y sostener a la familia. Qué duda cabe que el Estado debe subsidiar estos hogares, para que las madres puedan "estar" donde nadie las puede sustituir. Son las futuras generaciones de chilenos las que están comprometidas.
¡Felicitaciones Marta Montaldo!